lunes 30 de abril de 2007, La Jornada
Acusan al clérigo de robar donativo de 70 mil dólares
Rechazan que obispo maneje la ayuda para Piedras Negras
LEOPOLDO RAMOS CORRESPONSAL
Piedras Negras, Coah., 29 de abril. Vecinos de las colonias Los Espejos, Villa de Fuente, San Angel y San Joaquín, afectados por el tornado que el martes pasado devastó el sur de Piedras Negras, rechazaron que el obispo de la diócesis local, Alonso Garza Treviño, administre los donativos que han llegado para mitigar la tragedia.
La desconfianza no es nueva. En abril de 2004, un grupo de damnificados por la inundación que ocasionó el desbordamiento del río Escondido acusó a Garza Treviño de la presunta malversación de un donativo de 70 mil dólares.
''El dinero se lo entregó el obispo Patricio Flores, de San Antonio, Texas, y fue producto de una colecta que se realizó entre mexicano-estadunidenses'', recordó Antonio Salazar Charré, quien a raíz de aquella catástrofe se convirtió en dirigente de los afectados.
''Todo mundo fue testigo de ese donativo. El obispo de San Antonio lo entregó al obispo de Piedras Negras, pero ese dinero nunca llegó a los damnificados y ese robo no se ha aclarado'', señaló.
El también representante jurídico de 45 familias que resultaron damnificadas aquel año dijo: ''Este acto de rapiña fue denunciado ante el presidente Vicente Fox y la Procuraduría General de la República, pero a la fecha no se ha aclarado''.
El prelado, quien además es tesorero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ha asegurado ante la prensa local que tiene documentos que comprueban el destino de los recursos donados.
''Sin embargo, ya perdió la confianza de los vecinos de Villa de Fuente y de todo el sur de Piedras Negras. Nosotros no queremos que el obispo Alonso Garza y los curas que lo apoyan metan las manos en los donativos que están llegando por esta nueva tragedia en Piedras Negras'', indicó Salazar Charré.
''Le estamos pidiendo al gobernador (Humberto Moreira Valdés) que les amarre las manos para que no roben, y también los pies, para que no corran, porque ya tenemos esa experiencia desagradable por esos actos de rapiña que cometieron'', anotó.
El gobernador Humberto Moreira Valdés aclaró que las despensas, comida y apoyos económicos a los damnificados se están entregando ''casa por casa, familia por familia, no por conducto de intermediarios de ninguna especie''.
Indicó que este domingo se entregaron apoyos económicos por 75 mil pesos a comerciantes y dueños de micro y pequeñas empresas, cuyas instalaciones y equipo se perdieron por el tornado.
''A aquellos comercios y empresas que tienen daños por menos de 75 mil pesos les estamos entregando esa cantidad a fondo perdido, y a los negocios que tienen daños por más de esa cantidad les entregamos los 75 mil pesos a fondo perdido y les otorgamos un crédito hasta por 300 mil pesos sin intereses. Lo van a pagar en el tiempo que ellos nos digan'', explicó.
''Algo importante es que el crédito no lo van a pagar en efectivo, sino en especie, en infraestructura urbana para el mismo sector que resultó más devastado. También hay algunas empresas más grandes, con daños superiores a 300 mil pesos. A los propietarios les estamos consiguiendo financiamiento de Nacional Financiera'', anotó.
notiguadalaguacara: Y a ultimo minuto dios creo a los curas. Es un blogg que tiene como adversario a algunos curas de la iglesia catolica mexicana, a los pederastas, retrógrados, fascistas, racistas y homófobos
lunes, 30 de abril de 2007
sábado, 28 de abril de 2007
Sor Berta
La encargada del albergue dice que los infectados están pagando por sus ''pecados''.
Acusan a religiosas de Jalisco de maltrato a enfermos de VIH/sida
La institución oculta datos sobre el número de personas que supuestamente cuida, afirman ONG
Propala información falsa sobre el padecimiento y el condón; silencio de autoridades estatales
ALICIA YOLANDA REYES LA JORNADA JALISCO
Berta López Chávez, misionera del Corazón de Cristo Resucitado, quien dirige el albergue Beata María de Jesús, donde, según médicos y organizaciones no gubernamentales de Jalisco, personas que padecen VIH/sida sufren carencias y maltratos
Lupa
Berta López Chávez, misionera del Corazón de Cristo Resucitado, quien dirige el albergue Beata María de Jesús, donde, según médicos y organizaciones no gubernamentales de Jalisco, personas que padecen VIH/sida sufren carencias y maltratos Foto: Alicia Yolanda Reyes
Guadalajara, Jal., 23 de diciembre. Las autoridades de salud del estado no saben con precisión cuántos enfermos de VIH/sida hay en el albergue Beata María de Jesús, conocido como Paipid, por las siglas del Programa de Apoyo Integral a la Persona Inmunosuprimida, nombre oficial de la organización que lo maneja. Sin embargo, tienen testimonios de que ninguno de los asilados recibe tratamiento médico adecuado.
Encabezado por sor Berta López Chávez, el albergue es atendido por las misioneras del Corazón de Cristo Resucitado, una orden local creada por López Chávez que carece de reconocimiento oficial, pero tiene el aval del cardenal Juan Sandoval Iñiguez. Frecuentemente es cuestionado por médicos y organizaciones no gubernamentales del estado que advierten sobre el maltrato y las malas condiciones en que viven los enfermos que llegan a manos del grupo religioso.
Sor Berta, como se le conoce, está convencida de que las personas infectadas ''están recibiendo un castigo por sus pecados sexuales''. La doctora Claudia Canobbio, del Consejo Estatal para la Prevención del Sida en jalisco (Coesida), informó que en reiteradas ocasiones ha pedido a la religiosa el registro de los menores que están en el albergue para incluirlos en el programa de acceso universal a medicamentos, pero que sistemáticamente se ha negado a entregarla porque quizá no atiende la cantidad de niños que dice tener y eso disminuiría las donaciones que recibe.
En la más reciente conferencia de prensa que ofreció para pedir ayuda económica, la religiosa señaló que tiene 130 menores con sida y que el tratamiento cuesta 30 mil pesos mensuales por cada uno.
Canobbio dice que esta cifra es exagerada y que el costo de los medicamentos debería cubrirlo la Secretaría de Salud.
En el pasado, apunta, el sida era una enfermedad terminal y sólo se podía paliar el sufrimiento de los pacientes, pero en la actualidad existen tratamientos (cocteles antirretrovirales) que permiten sobrevivir con el virus.
Héctor Gallardo Rincón, ex funcionario de la Secretaría de Salud y quien trabaja en un programa del Hospital Civil para mejorar los servicios en los centros de la salud, recuerda haber visitado el Paipid en varias ocasiones y descubrió que en el albergue no hay médicos responsables de los pacientes, sino que éstos únicamente son asistidos por las religiosas. Así, los medicamentos entre otros un paquete para combatir la tuberculosis, de la cual se han presentado varios casos no se suministran en las dosis adecuadas. ''Las monjitas pueden tener muy buena voluntad, pero no parecen entender la importancia de las dosis de los medicamentos''.
Recordó que cuando el Hospital Civil empezó a dar antirretrovirales a algunos de los pacientes del albergue, sor Berta se los quitaba y los repartía entre los otros enfermos con el argumento de que debían compartirlos.
Además, sor Berta y las misioneras del Corazón de Cristo Resucitado difunden información falsa sobre el uso del condón. Un folleto en el que aparece una persona moribunda y ''la santa de Sor Berta'' poniéndole la mano en la frente en actitud compasiva, dice: ''No seas una estadística más. Atrévete a ser diferente. Recuerda que el virus del sida es 400 veces más pequeño que un espermatozoide y que los condones sólo sirven para engañar a la gente''.
Luego afirma que el virus se transmite por la saliva, el vómito, el excremento, la orina y otros fluidos corporales. En su campaña contra el uso del condón, alecciona a sus asilados para que en los testimonios que den a los medios de comunicación digan que contrajeron el sida pese a usar el condón.
En una ocasión ella afirmó: ''Si el condón sirviera, yo misma iba y se los colocaba a los choferes de Tonalá''. Sor Berta trabajó algunos años como enfermera en la Cruz Roja y en el sanatorio del Sagrado Corazón. De ahí salió para formar su orden y empezó a buscar benefactores para construir el albergue.
Una de las quejas recurrentes contra el Paipid es que para obtener más recursos hace pasar por enfermos de sida a pequeños que están sanos. ''Una de las primeras quejas que nos tocó atender en el subconsejo de Derechos Humanos del Coesida Jalisco, fue el de unos niños secuestrados por sor Berta, los cuales eran hijos de un paciente que falleció en el albergue, pero su madre estaba sana y ellos también'', asevera Jesús Martínez Serna, quien encabeza el Comité de Atención Integral del Coesida
Martínez Serna, en ese entonces coordinador de Derechos Humanos, recuerda que habló directamente con la religiosa y le explicó que retener a los niños sin el consentimiento de la madre y presentarlos públicamente como portadores del VIH era ilegal. El funcionario expresó que sor Berta ha declarado reiteradamente que tiene una gran cantidad de niños con sida (130), lo cual es falso porque ni siquiera en todo el estado hay un registro de tal cantidad.
El albergue, a través de su vocero, Raúl Ureña, señaló: ''Siempre surgen hijos de las tinieblas, que son mas astutos que los hijos de la luz'', en referencia a quienes acusan a la institución. Aseguró que las ONG que los critican lo hacen por envidia, pues no reciben los recursos que le son donados a sor Berta.
Desde 1999 las autoridades del sector salud no han inspeccionado el albergue. Luego de recibir varias denuncias, en ese año el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) hizo una visita junto con autoridades del Coesida, Regulación Sanitaria y algunas organizaciones de la sociedad civil. Detectaron que menos de 10 por ciento de los niños a los que presentaba como infectados y se los incluyó en un documental presentado a donadores, vivían con la enfermedad. Ella argumentó que aunque en ese momento las pruebas eran negativas ''se iban a seroconvertir''.
Se le hizo saber que eso no podía suceder a menos que hubiera una fuente de contagio, además de que se les estaba estigmatizando y a los huérfanos se les negaba el derecho de ser adoptados.
Aída de Luna señala que no entiende porque el IJAS no le exige cuentas a Paipid como lo hace con las demás ONG.
Recuerda el caso de un pequeño que contaba una historia muy dramática: decía que sus padres habían muerto de sida en el Paipid y que a él le constaba que utilizaban condón. El menor era llevado por todo el estado a dar testimonio sobre la supuesta ineficacia del preservativo.
Tenía otro pequeño, apunta, al que le hizo creer que Dios lo había elegido para acompañar a morir a los contagiados de sida. Cuando un enfermo agonizaba el chiquillo era llevado a su presencia para que lo acompañara.
Autoridades del IJAS informaron que la responsable de verificar el funcionamiento de instituciones como el Paipid son las de regulación sanitaria de la Secretaría de Salud, pero también recordaron que el lazo entre el cardenal de Guadalajara y sor Berta es muy estrecho.
El secretario de Salud de Jalisco, Jesús Becerra Soto, se negó a hablar del tema, y el secretario técnico del Coesida, Sergio Zúñiga, primero ofreció mostrar información sobre las quejas presentadas contra el Paipid, pero luego alegó que se encontraban en el archivo muerto.
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