sábado, 14 de febrero de 2009

Iglesia castiga a pueblo por su carnaval

Dinorath Mota Corresponsal
El Universal
Sábado 14 de febrero de 2009


En Calnali la población se encuentra “castigada”. El sacerdote del lugar decidió anular —como en la época juarista— todos los servicios religiosos, incluyendo misas de difunto, luego de que los pobladores se negaran a cancelar los festejos del carnaval

PACHUCA Hgo.— En Calnali la población se encuentra “castigada”. El sacerdote del lugar decidió anular —como en la época juarista— todos los servicios religiosos, incluyendo misas de difunto, luego de que los pobladores se negaran a cancelar los festejos del carnaval.
La desobediencia de los indígenas tuvo un precio y el clero resolvió cerrar la iglesia de la cabecera municipal.

Calnali es un municipio serrano de Hidalgo, que se localiza a 170 kilómetros de la capital. En ese lugar, la desobediencia de los indígenas ocasionó el enojo del obispo de Huejutla, Salvador Pérez, quien ordenó al cura Tomás Fernández Vite negar todo tipo de servicios a la comunidad.

El alcalde de Convergencia, Wenceslao Revilla Hernández, dijo que lamentaba esta actitud del prelado.

“El pasado 27 de enero me hicieron llegar un oficio firmado por el obispo y en él se pedía mi intervención para que los organizadores del carnaval decidieran que sólo se festejara hasta al martes 24 de febrero y no hasta el miércoles 25, cuando inicia la cuaresma”.

En Calnali, los indígenas celebran ancestralmente el carnaval; los cinco barrios con los que cuenta el municipio se agrupan en “camadas” de danzantes. Durante lunes y martes bailan por las calles del lugar y el miércoles se reúnen en la cabecera municipal, donde se lleva a cabo la coronación de la reina y un desfile de carros alegóricos.

El clero argumenta que el miércoles de ceniza es un día de oración y no de danza, por lo que exigió que los festejos culminaran el martes 24. La negativa desató el castigo y desde el 3 de febrero se decidió cancelar los servicios como homilías, comuniones, confesiones e, incluso, misas para los fallecidos.

“Pues es lamentable, apenas ayer tuvimos dos muertitos que no pudieron ir a la iglesia, ya que se encuentra cerrada; no se les hizo su misa y la gente tuvo que ser llevada de sus domicilios al panteón directamente”, destacó.

Pese a que se afecta a los pobladores, el edil dijo que no pueden hacer nada por solucionarlo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Inhabilitan a 20 sacerdotes en el DF por pederastas, asegura arzobispo

José Antonio Román
En la mayoría de los casos no se presentaron cargos penales.
En los pasados cinco años a una veintena de sacerdotes y religiosos de la arquidiócesis primada de México se les ha impuesto la suspensión canónica a divinis –lejos de lo divino–, con lo cual quedan inhabilitados para ejercer su ministerio sacerdotal por acusaciones comprobadas de pederastia, aunque la mayoría de ellos no han sido denunciados penalmente.

Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo electo de Puebla, reveló que en los cinco años en que fue obispo auxiliar de México, en la séptima vicaría, que incluye las delegaciones de Iztapalapa, Iztacalco y parte de Tláhuac, cinco sacerdotes fueron suspendidos por el Tribunal Eclesiástico, con lo cual se estableció una política de “cero tolerancia”, que será la misma que va a aplicar en su nueva sede arzobispal, desde abril, fecha en que tomará posesión.

En revelaciones inesperadas, el prelado reconoció abiertamente la existencia de este problema en la Iglesia de la ciudad de México; el Vaticano ha dado instrucciones precisas para abordar los casos y no dejar pasar esas denuncias, siempre y cuando sean comprobadas plenamente, pues en esas situaciones siempre hay testigos o personas a las que se debe recurrir para realizar una indagatoria seria.

De acuerdo con información de la arquidiócesis, en años recientes unos 20 sacerdotes han sido suspendidos a divinis, acusados de abuso sexual contra menores. Sin embargo, los datos señalan que la mayoría de ellos no enfrentan cargos penales ante autoridades civiles.

Por ejemplo, de los cinco casos citados por el hoy arzobispo electo Víctor Sánchez, uno de los involcurados ya está en prisión, uno más se encuentra en proceso de investigación y a los tres restantes no se les fincó denuncia penal alguna, quedándose sólo con su sentencia religiosa de inhabilitarlos en su ministerio sacerdotal.

Aunque dijo que “son dolorosos” estos casos, el prelado ofreció tener una actitud de apertura y de “escucha” a quienes presenten una denuncia de este tipo en contra de sacerdotes. “Ésa es una línea que seguiré y quien me conoce sabe que así será”, insistió.

El también secretario general del Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam) se refirió al caso del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, a quien se le descubrió una “doble vida”, de amoríos con mujeres y la procreación de una hija. El arzobispo Sánchez se limitó a señalar que la orden religiosa ya reconoció el lamentable hecho, que no deja de ser doloroso para toda la Iglesia.

Víctor Sánchez ofreció una conferencia de prensa en la Basílica de Guadalupe, luego de que fue presentado a la feligresía poblana como arzobispo electo, nombrado por el papa Benedicto XVI, para suceder a Rosendo Huesca Pacheco, quien estuvo en esa sede 31 años. Informó que por indicaciones del Papa, dejará la secretaría general del Celam para dedicarse de tiempo completo al trabajo pastoral en su nueva sede arzobispal.

jueves, 12 de febrero de 2009

Piden cierre de centro universitario por exponer muestra de arte erótico

Responde a críticas por el evento Arte y erotismo 2009

Ante la muestra de repudio de padres de familia y de las autoridades que dirigen algunos de los colegios confesionales al evento Arte y Erotismo 2009, que se lleva a cabo en Casa Serrano en el municipio Lagos de Moreno, la Universidad de Guadalajara informó que “mantendrá su misma postura de siempre: abierta y plural”.


Durante las manifestaciones de repudio los reclamantes han sacado panfletos pidiendo el cierre del centro universitario y el cese de su rector, por lo que el funcionario lamento que el ayuntamiento de Lagos de Moreno haya tomado partido en este conflicto, “nos ha mandado inspectores con el afán de buscar algún pretexto para cerrar la Casa Serrano.

martes, 10 de febrero de 2009

Piedad cristiana

El obispo de Celaya, Lázaro Pérez, aseguró que las religiosas Josefina Rivera Mata y Juana Gómez Ángeles, detenidas y presuntamente desnudadas por policías del municipio de Dolores Hidalgo, "son unas farsantes, ladronas y sinvergüenzas", que se disfrazan de monjas católicas, pero pertenecen a otro credo.
09 de Febrero de 2009 18:09 PM
El obispo de Celaya, Lázaro Pérez, aseguró que las religiosas Josefina Rivera Mata y Juana Gómez Ángeles, detenidas y presuntamente desnudadas por policías del municipio de Dolores Hidalgo, "son unas farsantes, ladronas y sinvergüenzas", que se disfrazan de monjas católicas, pero pertenecen a otro credo.

"Sí son monjas, de algún modo, pero pertenecen a la congregación de monseñor Marcel Lefevre, obispo tradicionalista".

Refirió Lefevre está fuera de la religión católica.

"Son unas farsantes, engañan a la gente, se disfrazan de monjas católicas, pero pertenecen a un grupo sectario denominado tradicionalista", reiteró el prelado.

El jueves, las religiosas se presentaron ante el fiscal ataviadas con hábitos en color café y blanco y una cruz colgado al cuello, para presentar su denuncia por abuso de autoridad, y mostraron sus credenciales y un documento expedido por la Secretaría de Gobernación para acreditar que pertenecen a la "Congregación de Frailes Conservadores de las Tradiciones Apostólicas y Dogmáticas de la Iglesia".

Josefina Rivera Mata y Juana Gómez Ángeles denunciaron que el 29 de enero fueron detenidas por policías municipales y trasladas a los barandilla, donde los uniformados las obligaron a denudarse para que demostraran su sexo.

Las religiosas fueron acompañadas por el sacerdote Faustino Pérez y dijeron pertenecer a la Congregación de la Inmaculada Concepción de María, del estado de Michoacán.

Este domingo, después de su homilía el obispo de Celaya señaló que "las monjas" están en su derecho de presentar su denuncia si consideran que les violaron sus derechos humanos.

Pero descalificó la labor que realizan porque se ostentan como católicas cuando a los obispos de esa congregación el Papa les ha levantado la excomunión.

"Son personas que ni reconocen la Iglesia, no reconocen la autoridad del Papa, no reconocen la autoridad del obispo, por lo tanto no están en la Iglesia".

El obispo de Celaya, a donde pertenecen las parroquias de Dolores Hidalgo, comentó que el Arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, le comunicó que desconoce la Congregación de la Inmaculada Concepción de María, a la cual dijeron pertenecen las monjas tradicionalistas.

lunes, 9 de febrero de 2009

La doble vida de Marcial Maciel, tomada de MIlenio Online

La doble vida de Marcial Maciel
Maciel se las arregló para tejer una gran red de turbias complicidades con líderes políticos y económicos con miras a acrecentar su poder e influencia, donde el gancho radicaba en su personalidad mística y en su discurso de pureza redentorista.

Hemos comenzado a quitar los retratos de Maciel de las paredes.
—P. Thomas Williams. Decano de teología para Regina Apostolorum, la universidad pontificia de la Legión en Roma

El año pasado, el Papa Benedicto XVI revocó, en una acción sin precedentes en la historia del papado, dos votos internos —votos que hacen los agremiados de una orden religiosa ante la orden misma y no propiamente ante El Vaticano— particulares a la Legión de Cristo: uno pedía nunca desear, buscar o cabildear la obtención de responsabilidades o posiciones jerárquicas en la congregación para sí mismo o para otros y, el segundo, nunca criticar al exterior los actos de gobierno o la persona de ningún directivo o superior de la congregación de palabra, letra o de ninguna otra forma. De tener la certeza que algún hermano hubiera roto esta promesa, debía informársele sin demora al superior inmediato del trasgresor.

Esta omertá —la negación o el silencio externo y la demonización interna ante los críticos— ha sido estrategia fiel de la Legión de Cristo: incluso cuando Benedicto XVI condenó en mayo del 2006 a Maciel “a una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público”, la Orden intentó una fachada de dócil inocencia como evasiva al castigo papal, afirmando que: “En relación con la noticia de la conclusión de la investigación de las acusaciones hechas al P. Marcial Maciel, nuestro venerado padre fundador, la Congregación de los Legionarios de Cristo informa (…) Ante las acusaciones hechas en su contra, él afirmó su inocencia y siguiendo el ejemplo de Jesucristo optó siempre por no defenderse de ninguna manera (…) Él, con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado, ha aceptado este comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios, el Padre de Misericordia, ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias para la Legión de Cristo y para el Movimiento Regnum Christi”.

Esa fachada de santa infalibilidad se desmoronó cuando los blogs Ex LC Blog, Life alter LC y American Papist destaparon el lunes 2 de febrero que “hoy, el P. Scott Reilly, LC, director territorial de Atlanta, Georgia, le anunció a quienes trabajan en esa dirección territorial de la Legión de Cristo que Marcial Maciel tuvo una amante, procreó con ella al menos un hijo y vivió una doble vida”. La noticia fue prontamente recogida por los principales diarios del mundo.

Lo cierto es que, de acuerdo al New York Times y a testigos presenciales que pidieron el anonimato, Corcuera y otros altos líderes de la Orden tenían ya semanas de acercarse a sus seguidores más fieles para informarles del hecho. Pero no hay indicio de que pensaran hacerlo público o, cuando menos, no pronto.

En palabra de Jim Fair, su vocero: “Hemos descubierto algunas cosas de la vida de nuestro fundador que son sorprendentes y difíciles de entender. Podemos confirmar que hubo aspectos de su vida inapropiados para un sacerdote católico”.

A la fecha las versiones recurrentes son que Maciel tuvo al menos una hija que hoy tendría cerca de 22 años y que durante todo ese tiempo Maciel canalizó sumas de dinero desconocidas a esa familia. Según el NYT, el padre Steven Fichter, quien dejara la orden hace 14 años y antes fuera su financiero en jefe, dijo que le informó tres años atrás —en las postrimerías de la sentencia de reclusión— al Vaticano que cada vez que Maciel viajaba fuera de su casona de Vía Aurelia, en Roma, le pedía 10 mil dólares en efectivo; 5 mil en dólares y 5 mil en la moneda del país a donde se dirigía. Cuestionado sobre cómo justificaba el fundador esos gastos, Fichter contestó: “Los Legionarios vivíamos en pobreza; si alguno salía y compraba una pluma bic y una barra de chocolate, tenía que reportar los recibos. Pero para el padre Maciel jamás hubo ninguna contabilidad. Siempre era efectivo, sin rastro electrónico. Y como era este héroe extraordinario para nosotros, jamás lo cuestionamos; ni por un segundo. Maciel era el héroe mítico que vivía en un pedestal y que tenía todas las respuestas. Cuando te haces legionario, debes leer cada carta que él escribió, como 15 o 16 volúmenes”.

Hoy la Orden, en contradicción con sus prácticas habituales —la negación de la crítica y el desprecio para quienes no abrazan el discurso, la hostilidad o el ostracismo abierto para quienes renuncian a éste y el culto a la personalidad de Maciel— acepta, renuente pero públicamente —la carta abierta de Corcuera, disponible en el sitio web de la Orden, es una antología de vaguedades—, que Marcial Maciel, “Nuestro Padre”, como ellos le llaman con reverencia, tuvo una amante y una hija con ésta. Pero de las añejas acusaciones de abuso sexual y de su adicción a la Dolantina —un derivado de la morfina—, ni una palabra. La pregunta es: ¿Por qué hoy acepta la Orden cuando menos ese pecado si siempre negó los demás?

Quizá porque es difícil probarle al fundador el abuso de sustancias o el de menores, a pesar de numerosos indicadores de lo contrario: allí están los inocentes rumores entre la congregación femenina respecto a los muchos dolores que padecía “Nuestro Padre” y que “ni las drogas más fuertes” podían curar, y los testimonios de los vejados. Pero las pruebas de ADN hacen de la paternidad algo comprobable más allá de cualquier duda: todo apunta a que la atípica confesión de falibilidad obedece, más que al deseo de limpiar la casa, a la necesidad de “enfrentar en mejor posición una posible demanda por la herencia”, como dijo el experto en antropología de las religiones Elio Masferrer a AFP el jueves 6. Una demanda por la herencia o un chantaje millonario a manos de alguien que sabe tanto de las abultadas arcas de la orden como de la doble vida de Marcial Maciel.

Pero procrear una hija es el menor de los pecados de Maciel. Porque la Legión, con sus 800 sacerdotes con presencia en 22 países y más de 50 mil miembros arropados por su brazo laico, el Movimiento Regnum Christi, ha sido comparada con los cultos religiosos más fanatizantes y denunciada no pocas veces, aunque nunca en México, por “lavado de cerebro” y abuso de confianza. Apenas el pasado junio, Edwin F. O’Brien, el arzobispo de Baltimore, quiso expulsarlos de su diócesis por “falta de transparencia en sus operaciones”, pero fue convencido por oficiales vaticanos de imponerles en vez medidas de control restrictivas.

Maciel se las arregló para tejer una gran red de turbias complicidades con líderes políticos y económicos con miras a acrecentar su poder e influencia, donde el gancho radicaba en su personalidad mística y en su discurso de pureza redentorista, muy similar al del fascismo franquista que el michoacano tanto admiraba. Y en México, mejor que en ningún otro lado, el fenómeno floreció: la Legión capitalizó el hueco dejado por los jesuitas entre las clases dominantes —su interés en la teología de la liberación era mal visto por éstas— entrando en la intimidad de los poderosos al ofrecerles un justificante de vida donde la posición económica no era una tara para llegar al cielo —el proverbial ojo de la aguja—, sino una gracia que permitía salvar y salvarse. La entrega incondicional a la agenda de la Orden estaba imbricada en el discurso: de allí la necesidad de divinizar la figura del fundador, recibido con gritos, ahogos y desmayos —como un rock star— por un público mayoritariamente femenino: nadie debía dudar de la santidad de “Nuestro Padre”. Él mismo lo dicen en Mi vida es Cristo: “Mi lucha ha tenido un sentido: Cristo crucificado. Sí, creo que he podido sufrir por las diversas pruebas que Dios ha permitido en mi vida. No niego esto. Pero he visto otros muchos hombres sufrir sin ningún sentido, y creo que es lo peor que puede suceder a un hombre. Con la ayuda de Dios y por gracia suya, yo he podido dar un sentido a mis luchas. Y, por esto, siempre me he considerado agraciado, verdaderamente afortunado y he procurado, en la medida de mis limitaciones, ayudar a esos hombres que sufren sin saber por qué, dándoles una razón para vivir y sufrir”.

El juego social parapetaba el discurso: al estar comprometidos con la Legión los principales capitales de México, una manera rápida de entrar a ese mundo era a través de su venia: la adhesión incondicional hacia la Orden ofrecía acceso, por recomendaciones y en “grupos de oración” selectos, a las familias más poderosas del país. Quien no estaba por convicción o por interés lo hacía por miedo: enfrentarse a los Legionarios implicaba, hasta hace muy poco, el ostracismo en un país donde la seguridad financiera pasa más por los contactos que por el talento. Eso explica la feroz aunque irracional defensa —y la renuencia con que la Legión ha tomado la revelación de su engaño— de quienes hacen de la Orden y de Maciel su modo de vida, como se ve en estas líneas firmadas por Lucrecia Rego de Planas, directora de catholic.net, sitio regenteado por la Legión:

“Ayer, 4 de febrero, sin que nadie se lo esperara, apareció de repente, como salida de la nada, una hija del P. Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Fue la gran noticia a ocho columnas que recorrió las rotativas del mundo entero (…) no puedo negar que eso me ha hecho sentirme un poco celosa, pues... yo no saldré publicada en todos los diarios (tal vez en ninguno) y ¡también soy hija del P. Maciel! No llevo su sangre en mis venas (por eso no soy noticia), pero gran parte de lo que soy (casi todo) se lo debo a él. Sí, el P. Maciel es mi padre (Nuestro Padre, como cariñosamente le llamamos los miembros del Regnum Christi) (…) mi cerebro está lleno de los pensamientos que él me enseñó; mis palabras están contagiadas de las palabras que desde niña leí en sus cartas, al grado que a veces confundo las suyas con las mías; mi espiritualidad es la espiritualidad que él me enseñó a desarrollar; mi vida de oración es tal como él me enseñó a orar; mi corazón siente tal como él me enseñó a sentir, siempre poniendo a los demás antes que a mí (…) Soy, sin lugar a dudas, una auténtica hija del P. Maciel”.

¿Quiénes hicieron posible la doble vida de Marcial Maciel, su florecimiento y su longeva impunidad? Sin duda la Iglesia, en particular la de Juan Pablo II que, conociendo los pecados de Maciel, los dejaba pasar en aras de las cuantiosas aportaciones, en efectivo y en almas, que la orden le hacía en tiempos cuando las devociones y vocaciones caían. También está la Legión misma, eficiente estructura que, a pesar del tibio mea culpa, aún se aferra a los vicios y cánones propios del fundador. Pero igual son culpables quienes prefirieron callar el deficiente nivel académico de sus escuelas con miras a frecuentar a las familias ilustres inscritas en sus aulas; los líderes sociales que hicieron propia la superioridad moral de una orden que los aglutinó en la arrogancia de sentirse elegidos; las autoridades que aceptaron protegerlos o solaparlos para evitar enfrentamientos con sus protectores; los que vendieron su pluma, palabra y convicciones a cambio de reconocimiento o de dinero; los empresarios que usaron su músculo para favorecer a la Legión con miras a aquietar la conciencia; los que cerraron los ojos ante las agresivas prácticas de reclutamiento y de control que, hasta la fecha, rayan en el abuso psicológico. Porque, sí, Maciel era un fraude, un estafador, uno que dejó muchas víctimas a su paso. Pero tuvo cómplices. Muchos cómplices.


Haciendo este alto en mi vida, para contemplarla desde Dios, no puedo dejar de dar gracias a Dios porque Él ha querido servirse de mí como instrumento para colaborar en su plan de redención de los hombres a través de la Legión y del Regnum Christi.
Mi vida es Cristo, Marcial Maciel
Roberta Garza

domingo, 8 de febrero de 2009

Bésame mocho

La Moral
de los bandos


El alcalde anti besos de Guanajuato no está solo. La censura moral tiene una amplia tradición y perdura en numerosas leyes y reglamentos. Se trata de una discriminación institucional amparada en la oscuridad conceptual de la ley —pudor, recato, decoro, moralidad pública— y en los piadosos prejuicios de policías, jueces y demás responsables de impartir justicia.

Fernando Mino



El alcalde de Guanajuato, el panista Eduardo Romero Hicks, reculó en su intención de prohibir los besos u otros “tocamientos obscenos” en un nuevo Bando de Policía y Buen Gobierno para esa ciudad. En un intento por justificarse, el edil definió lo que entiende por “agarrones de olimpiada” —la ‘categoría’ de besos que buscaba prohibir: “Estar tocando partes privadas de la otra persona incitando a hacer el acto sexual, pero esas cosas siempre han estado prohibidas aquí y en muchos lugares”. Luego del ruido mediático y la condena, incluso de sus compañeros de partido, se echó para atrás la promulgación del nuevo reglamento.

Pero la inspiración censora de Romero Hicks es todavía común, como él mismo señala, a múltiples reglamentos municipales que hacen de los policías guardianes de la “moral pública”, instancia cuya única definición posible es la del prejuicio personal.

Las detenciones arbitrarias se alimentan del temor a la exhibición y el escarnio públicos, y suelen resolverse, las más de las veces, con una mordida liberadora del pecado o, si el efectivo no cubre las expectativas de la autoridad, en las barandillas de los juzgados cívicos. Los “infractores” suelen ser desde la pareja de adolescentes sorprendida besándose en un automóvil estacionado, hasta una pareja del mismo sexo toma-da de la mano en una plaza pública, pasando por el “vago” que duerme en la banca de un parque o la pareja que aprovecha la falta de alumbrado público para un buen faje. No hay distinción cuando se trata de defender, desde el poder supuestamente laico, una patria rígidamente católica en su comportamiento.
La legislación municipal ofrece un amplio catálogo de aberraciones y prohibiciones anticonstitucionales —si la dispersión jurídica no las ocultara de la mirada y la discusión públicas— que da para un buen recorrido por la discriminación y la violación de las garantías individuales.

Prohibiciones de besos y otras "obscenidades"
• Es infracción “tener relaciones sexuales o la realización de caricias obscenas a su acompañante en la vía pública o a bordo de algún vehículo”, según el Bando de Policía y Buen Gobierno de Los Reyes-La paz, Estado de México.

• Atenta contra la “moral y las buenas costumbres” no sólo “tener relaciones sexuales”, sino “realizar en forma exhibicionista, actos obscenos o insultantes en la vía o lugares públicos, terrenos baldíos, vehículos o sitios similares y en lugares privados (sic) con vista al público”, según el Bando de Policía y Gobierno de Torreón, Coahuila. Medidas similares pueden encontrarse en los reglamentos de Guadalajara, Los Cabos, Lagos de Moreno, Tepic, Monterrey, Querétaro, Culiacán, Nogales, Xalapa, Mérida, entre varios más.

• Cuidado con olvidar cerrar la ventana a la hora de la ducha en Mexicali, pues ahí se persigue a quien se exhiba “desnudo intencionalmente en la vía pública, o en el interior de su domicilio, siempre que se manifieste con efectos ostensibles en la vía pública o en los domicilios adyacentes” (Bando de Policía y Buen Gobierno).

Lugares donde se recomienda a gays y vestidas abstenerse de existir
• En Ciudad Guzmán se prohíbe “realizar prácticas homosexuales en lugares públicos que atenten contra las buenas costumbres y el decoro social”, e “incidir, propiciar, tolerar, realizar, encubrir, publicar y difundir por cualquier medio actos que rechazados por la mayoría de la sociedad, induzcan o tiendan a modificar los valores tradicionales y las buenas costumbres en cuanto a la estructura y relaciones familiares, las conyugales y las que se den en la relación natural (sic) hombre y mujer, así como la convivencia lícita y moral” (Reglamento de Policía y Orden Público de Zapotlán el Grande, Jalisco).

• En Puerto Vallarta, Jalisco, están prohibidas “las prácticas públicas que impliquen el desarrollo de una vida sexual anormal” (Reglamento de Policía y Buen Gobierno).

• Y en Chetumal se ufanan de perseguir a los que incurren en “actos contrarios a las relaciones
sexuales normales” (Bando de Policía y Buen Gobierno de Othón P. Blanco, Quintana Roo).

• Ahora que si de transexuales se trata, en Tecate, Baja California, se prohíbe “que el varón se vista de mujer y transite en la vía pública causando perturbación social” (Bando de Policía y Gobierno).

• En Cozumel, Quintana Roo también se prohíbe el equivoco de atuendo, pues se castiga “que los hombres vistan ropa y calzado femenino, atentando de esta manera contra la moral y las buenas costumbres” (Bando de Policía y Buen Gobierno).

Prohibir los actos, regir las conciencias
• Pero el afán persecutor no queda sólo en la vigilancia moral en los espacios públicos. En los bandos de policía de León y San Miguel Allende, Guanajuato, está prohibido “exhibir las partes nobles (sic) en lugar público o espectáculo”, mientras que en Cuernavaca se da toda una descripción de lo que se considera infracción cuando de espectáculos a puerta cerrada se trata: “establecimientos públicos o privados que mediante un costo ofrezcan el espectáculo de desnudo o semidesnudo de un hombre o una mujer, pausado o no, a ritmo de música o sin ésta, con movimientos erótico sexuales (…)” (Bando de Policía y Buen Gobierno).

• También en Cuernavaca es motivo de infracción “no observar en sus actos el debido respeto a la dignidad humana, a la moralidad pública y a las buenas costumbres”. A través de los actos se analizan las conciencias, parece ser la intención. Precisamente en esa ciudad, a los afanes moralizadores del gobierno local se unen los diocesanos. El obispo Florencio Olvera enlistó en enero pasado los “pecados electorales”, entre los que incluyó “votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, la destrucción y manipulación del embrión humano”, así como “votar por proyectos contra la familia monogámica e indisoluble, por proyectos que promueven caricaturas grotescas de familias integradas por personas del mismo sexo: por proyectos que quitan a los padres el derecho a educar a sus hijos”. Votar también es, según esta lógica, un asunto de Moral y Buenas Costumbres.

Citas de los reglamentos municipales tomadas del Análisis comparativo del ámbito local en materia de no discriminación, de Rodolfo Millán Dena. Dirección General Adjunta de Estudios, Legislación y Políticas Públicas, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2005.