martes, 23 de marzo de 2010

Ni la piedad, ni la religiosidad, ni el amor a sus semejantes, ni la dignidad, ni el orgullo, ni la decencia, ni el honor, ni nada...

Esa tendencia va más con los anglosajones, dice la Arquidiócesis
La legislación mexicana no nos obliga a denunciar los casos de pederastia
La Jornada

No hay comentarios: