lunes, 10 de agosto de 2009

Seamos claros, lo que le dolió a la santa madre iglesia es que le robaran las limosnas. El uso del adverbio AUN, los traiciona

Impunidad clerical
El asalto a la razón
Carlos Marín
(...)
La protesta del Episcopado Mexicano pareció sofocada con la cobera disculpa de la SSP federal, y este sábado, en el mismo templo en que irrumpieron los policías, se realizó un acto de “desagravio” durante seis horas, culminado con una misa obispal.

Durante la semana pasada, el autor de estas líneas abordó el tema desde la perspectiva de que bien vale una misa el combate a la sanguinaria criminalidad, y el secretario ejecutivo de la Conferencia del Episcopado, Manuel Corral Martín, escribió para señalar (con razón) que fue ofensivo emplear el término narcomisa.

Los obispos, indicó, “siempre han colaborado con las autoridades en la lucha contra los narcotraficantes (…). La voz ha sido alzada porque en el acto de culto más sagrado para los católicos, que es la Santa Misa, se haga un operativo con todo lujo de violencia, aún robando las alcancías...”.

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