Acusa a la Arquidiócesis de apoderarse de predio
Señor Director: Acudo a usted como recurso para publicar el abuso de la Arquidiócesis de Guadalajara y el Ayuntamiento de Zapopan, para que la primera se apoderara de un predio de más de 10 hectáreas que, destinado a áreas verdes por el plan parcial de desarrollo de la zona, fue dedicado a construir dos casas particulares, baños, oficinas, iglesia, casa funeraria en construcción, estacionamiento y baños.
Aprovechando que al inicio del fraccionamiento no había vecinos que reclamaran, el Ayuntamiento encabezado por Macedonio Tamez otorgó en comodato, de forma ilegal, el terreno a la Arquidiócesis. En el año 2000, quienes vivimos ahí nos dimos cuenta de la transa y al reclamar (todavía no había las construcciones en el terreno) recibimos como respuesta que había que llegar a un acuerdo con la Arquidiócesis para ver que nada más construyera poquito. Por escrito pedimos la cancelación del comodato, con base en la Ley de Desarrollo Urbano y las reglamentaciones municipales. Macedonio se fue y Zamora recibió por escrito las mismas solicitudes, que también ignoró. El síndico Jesús Reynoso prometió que ya no habría más construcciones en el terreno y nos reunió en el mismo Ayuntamiento con el ecónomo del Arzobispado, un señor de apellido González, quien se comprometió a no construir más y así dejar las cosas en paz a pesar de que ahí mismo reconocieron que violaron la ley, que la seguían violando y que así sería sin más remedio.
Llegó Sánchez Aldana y fue peor, ya con la venia del alcalde, el director de Obras Públicas le dijo al padrecito que construyera lo que pudiera en este trienio y ellos se encargarían de que nada lo detuviera y así fue. En unos meses, el padre Salvador Arellano bardeó el terreno, construyó la segunda casa, abrió el parque como estacionamiento y lo cerró al público; siguió la construcción de las criptas funerarias y sigue construyendo comiéndose cada vez más el terreno.
Llamamos a Obras Públicas, a Licencias, a Reglamentos, a Ecología, a todos por escrito les pedimos su intervención y acudían pero para decirle al padre que “por favor” ya no tumbara árboles y dejara de construir. Nunca clausuraron, nunca exigieron las licencias y permisos de construcción, lo dejaron seguir y si van al lugar, observarán que prácticamente todo es ya del Arzobispado, a pesar de que hay delitos como despojo, asociación delictuosa, colusión de funcinarios, abuso de autoridad y peculado, entre otros que se pueden fincar a los responsables.
El terreno está en Valle de los Cedros, colonia Jardines del Valle, sección 4. La información documental del caso la tiene una señora de nombre Martha Chávez, que vive en esa calle donde está un toldo azul.
Ella está dispuesta a proporcionarles todos los datos que necesiten para demostrar uno más de los abusos del poder en contubernio con grupos particulares, como es el caso de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Lamento no darles mi nombre completo, pero ya una vez me agredieron en la calle los seguidores del padrecito, por señalar el robo de que fuimos objeto.
En la Comisión Estatal de los Derechos Humanos está el expediente en el que señala todas las violaciones que hubo y que la autoridad nunca reconoció.
Gracias por su atención y si necesitan más datos, por este medio se los puedo conseguir.
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